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Garcinuño duda de que los sindicatos abertzales acudan pese a su “relación especial” con Toña
Bilbao - La remota posibilidad de que ELA y LAB accedan a sentarse en la mesa vasca de diálogo social genera cierta inquietud en la patronal vizcaina. Sin entrar de lleno en la cuestión y sin ánimo de generar polémica, Cebek dejó ayer entrever que la supuesta cercanía del nuevo consejero de Empleo, Ángel Toña, con los sindicatos podría a su juicio inclinar el foro hacia una de la partes. Sobre todo si el Gobierno realiza concesiones para allanar el aterrizaje.
El presidente de Cebek, Iñaki Garcinuño, valoró que el nuevo consejero de Empleo y Asuntos Sociales tenga una “relación especial” con ELA y LAB, aunque reconoció que no tiene “ninguna confianza” en que logre sentar a ambas centrales en la mesa de diálogo social. Además, consideró que si esto ocurriera “la entrada no tendría que ser a cualquier precio”.
En declaraciones a la Cadena Ser, Garcinuño señaló asimismo que “hay muchas cosas que ha afirmado Toña” en las últimas jornadas que no le gustan, y advirtió de que “ninguno de los que estamos presentes en la mesa de diálogo social vamos a la misma para hacernos ninguna foto”. Preguntado por el nombramiento del nuevo titular de Empleo y la ausencia de ELA y LAB de la mesa de diálogo social, el presidente de los empresarios vizcainos destacó que “parece que el actual consejero tiene una relación especial con los sindicatos nacionalistas, al menos, y quizá derivado de ello pudiera tener más cancha para poder tratar de involucrarlos en la mesa”.
“No tengo ninguna confianza de que eso vaya a ocurrir, y si ocurriera, me gustaría saber bajo qué condiciones, no vaya a ser que la entrada de uno o dos nuevos sindicatos en la mesa vaya a desnaturalizar lo que se ya se ha pactado que se va a tratar en la mesa”, indicó, para añadir que la entrada de ambas centrales “no tendría que ser a cualquier precio”.
Por otro lado, Garcinuño manifestó que hay “muchas cosas” que ha afirmado Toña en las últimas jornadas (algunas en referencia a la entrevista publicada en DEIA el domingo) que no le gustan, como sus alusiones a la mesa de diálogo social “diciendo que no debería ser un lugar para hacerse fotos o para que quede bonito”.
“Evidentemente, ninguno de los que estamos presentes vamos a la mesa para hacernos ninguna foto. Habría que recordarle, y debería saber que, para la convocatoria de la mesa, se trabajó sobre un índice de temas a tratar que se fueron ampliando por parte del anterior consejero [Juan Mari Aburto] para dar entrada a ELA y, precisamente, ha sido ELA la que no se ha introducido en la mesa”, criticó. Asimismo, Garcinuño rechazó que a la patronal no le interese hablar de negociación colectiva, tal y como señaló Toña en este diario. “Nos interesa hablar de la materia principal que debería ser propia de una mesa de diálogo social que es la negociación colectiva y las relaciones laborales”, incidió.
Además, remarcó que hay que achacar al anterior consejero “el interés que tuvo en que en la segunda reunión de la mesa se hablara sobre la Renta de Garantía de Ingresos y habría que decir que estas mesas no tienen que preocuparse de dar aval a una política social que desarrolla un gobierno”. “Creímos en aquel momento que era oportuno dar apoyo a la RGI y así lo hicimos pero nuestro tema principal son las relaciones laborales y la negociación colectiva”, añadió.
Por otro lado, y preguntado por la querella presentada por el fiscal de Araba contra los promotores del coche eléctrico Hiriko, recordó que se está ante un “proyecto fracasado desde el punto de vista empresarial” que, a su juicio, no debería ser juzgado judicialmente. “Sin embargo, debe existir un control de las subvenciones que se dan. Esas subvenciones, si han sido destinadas a un proyecto fallido, no creo que tenga por qué intervenir el juez. Ahora, si esas subvenciones han tenido un fin privado y no cumplen el objetivo para el que fueron otorgadas hace falta una investigación”, expresó.
Por lo que respecta a los presuntos pagos realizados por Kutxabank al exdelegado del Gobierno Mikel Cabieces, Garcinuño señaló que no lo calificaría “de delito grave”. Y destacó que Cabieces tiene un “prestigio” y no debería ser extraño que trabajara en un bufete. - DEIA
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