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El crecimiento de la economía española se aceleró durante el primer trimestre. Es un hecho constatado por varias entidades, entre ellas el Servicio de Estudios de BBVA. Pero todavía quedan muchos obstáculos por saltar en una salida de la crisis que se asemeja más a una maratón que a una carrera de corta distancia. Según el servicio de estudios de la entidad vasca la recuperación de la economía española llevará al menos una década.
Diez años son los que BBVA Research estima que serán necesarios, por ejemplo, para recuperar el nivel de empleo de 2007, y eso se cumpliría con un crecimiento del empleo cercano al 2%. Así que el servicio de estudios ha determinado que la economía española se enfrenta a esa carrera de larga distancia con varios quehaceres a los que no puede renunciar para alcanzar la meta. El objetivo es sentar las bases de un crecimiento a largo plazo "equilibrado, sólido e inclusivo". Así lo señala en un reciente estudio titulado 'Los retos a largo plazo de la economía española' recogido ayer por la agencia Europa Press.
Pese a la mejora que la misma entidad entiende que se ha dado desde el verano de 2013, advierte de que urge actuar. BBVA cree que se debe poner el foco en varios factores que permitan la corrección de ciertas taras económicas y en el impulso de la actividad económica.
Quehaceres Aumentar la competitividad, incrementar el tamaño de las empresas en España, ajustar los salarios a la productividad o incentivar la contratación indefinida, son solo algunas de las tareas a las que los próximos gobiernos españoles deben hacer frente en esa salida de la crisis, costosa y duradera. BBVA Research cree que la evolución posterior de la economía, pasada esa década, dependerá de cómo se gestione la salida de la crisis.
El servicio de estudios del banco plantea como objetivo que la renta per cápita en España se acerque cada vez más a las de Estados Unidos y los principales países de la Unión Europea. Según el informe, la brecha entre España y estos países de referencia en cuanto a renta per cápita oscila actualmente entre el 20% y el 40%, algo a lo que se debe poner freno. Ese gap se debe, según recoge el estudio, al elevado desempleo, derivado de un "mercado de trabajo que funciona peor que en otros países", una población activa con menor capital humano y también por un menor capital tecnológico, herencia de un gasto en I+D sobre PIB que se sitúa alrededor del 70% por debajo del de Estados Unidos o los países de la UE, entre otras cosas. "Estas diferencias son el resultado de una sistema de incentivos legales e institucionales inadecuados", señala BBVA Research.
En su informe, el servicio de estudios del banco vizcaino propone varias medidas, como incentivar que las empresas españolas, tradicionalmente pymes y microempresas, aumenten de tamaño y se incorporen a los mercados internacionales con mayor capacidad de competir. Según BBVA Research, "las grandes empresas son más productivas, tienen más capital humano, presentan menor temporalidad, invierten más en I+D+i y exportan más". Para lograr este aumento, el banco reclama eliminar múltiples barreras legales, financieras y fiscales que frenan el crecimiento medio.
En cuanto a medidas salariales se refiere, incide en que el aumento de la competencia en los mercados de bienes y servicios aumenta la demanda de trabajo para cualquier nivel de salarios. Además, apuesta por introducir mayor flexibilidad para ajustar los salarios a la productividad, incentivar la contratación indefinida, dotarse de más y mejores políticas activas y trabajar en un mejor diseño de las políticas pasivas de empleo.
Por otro lado, desde la entidad se recuerda que la crisis ha empeorado las perspectivas demográficas en España y el previsible envejecimiento de la población amenaza la sostenibilidad del sistema de pensiones, por lo que sugiere atraer capital humano exterior e incentivar la natalidad.
El informe no se olvida tampoco de la consolidación fiscal, pero avisa de los riesgos de políticas excesivamente restrictivas que se encaminen por la senda de la disminución del gasto el aumento de los tipos impositivos. En este punto, insiste en que por cada punto de disminución de la tasa de paro el saldo presupuestario aumenta en 0,62 puntos porcentuales de PIB, por lo que el aumento del empleo puede tener un segundo efecto beneficioso sobre la economía en forma de reducción de la deuda pública.
La entidad insta finalmente a lograr administraciones públicas "eficientes y sostenibles presupuestariamente", así como instituciones "verdaderamente independientes y eficaces" en el Estado. |