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La modalidad de contratación a tiempo parcial ha estado históricamente ligada al sector femenino, tanto en España como en el resto de Europa. Este tipo de acuerdo permite compaginar la vida laboral y familiar, siendo en la práctica una de las medidas de conciliación más extendidas.
Las mujeres siguen copando la mayor parte de contratos parciales suscritos cada año, pero los hombres han aumentado notablemente su presencia en esta modalidad desde que irrumpiera la crisis. Entre 2007 y 2013 su presencia en los nuevos acuerdos de este tipo creció un 46%, frente al 3% en que se incrementó la de ellas, según un informe presentado ayer por Randstad a partir de datos de la Encuesta de Población Activa del INE. En cifras absolutas, 2013 cerró con 1,97 millones de contratos a tiempo parcial firmados por mujeres, frente a los 718.100 cerrados por hombres. En 2007 fueron 1,9 millones frente a 492.300, respectivamente.
El documento indica también que entre 2007 y 2013 la firma de contratos a tiempo completo cayó un 22% (27% entre hombres, 12% entre mujeres), mientras que los que prevén jornada parcial han aumentado su presencia un 12%. La citada consultora de recursos humanos achaca este cambio de tendencia a los efectos de algunas de las medidas incluidas en la reforma laboral, dirigidas a flexibilizar el mercado. Parte de la caída de la contratación a tiempo completo, argumenta el informe, habría sido absorbida por los empleos a jornada parcial.
Randstad señala en su documento que la contratación a tiempo parcial se ha convertido en algunos países en “una herramienta básica de generación de empleo”. “Holanda tiene la tasa de contratos a tiempo parcial más alta del mundo (49%) y cuenta con un 7% de desempleo”, subrayaron a modo de ejemplo.
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