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La empresa Kider, dedicada al equipamiento de supermercados y en concurso de acreedores desde el pasado junio, ha anunciado a sus trabajadores que presentará en los próximos días la liquidación. La firma tiene 400 empleados en sus plantas de Amurrio, Murga y Barakaldo. La noticia ha provocado la ruptura de la unidad sindical en el comité de empresa. ELA, el sindicato mayoritario, ha anunciado su intención de convocar una huelga indefinida. USO, CC OO y LAB están en contra «porque no beneficia a los trabajadores, mucho menos en la situación actual de la empresa». ESK y UGT se pronunciarán en breve.
La plantilla está inmersa en un ERE de suspensión de empleo desde el 26 de diciembre, pero espera poder volver a trabajar algunos días para hacer frente a los pedidos que deben ser suministrados para no incurrir en incumplimientos de compromisos.
Hasta ahora, todas las esperanzas de encontrar a un grupo inversor que relanzara la empresa han resultado vanos.
Respecto al futuro de los trabajadores, en la plantilla se respira un clima de pesimismo. «Nos han dejado clara la situación y la empresa no tiene un duro», explicaba ayer uno de ellos. En estas circunstancias, la negociación de las indemnizaciones y las prejubilaciones para los que puedan acceder a ellas se presenta complicada. La plantilla ha acusado a la familia Lecertúa y a La Caixa, los principales accionistas de la empresa, de haberla dejado caer.
Los problemas comenzaron en enero del año pasado. Entonces, el comité y la firma alcanzaron un acuerdo de reducción de plantilla que no pudo aplicarse por falta de liquidez. En junio, la empresa entró en concurso de acreedores y desde entonces se han sucedido las manifestaciones y protestas para dar a conocer la situación, que afecta de lleno al Valle de Ayala. |