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El recorte salarial se está produciendo de forma muy dispar en España: mientras que los estratos mejor pagados han sufrido ajustes reales mínimos desde 2008, incluso con algunas subidas, los más bajos han concentrado las mayores pérdidas de poder adquisitivo, de hasta el 17%. Los datos, recopilados por la Fundación de Análisis Económico (Fedea), reflejan un aumento de la desigualdad fruto de esta devaluación interna desequilibrada. El crecimiento de la brecha social también queda de manifiesto en los números que ha publicado cada año la oficina estadística europea (Eurostat) desde que comenzó la crisis, pese a que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sostuvo en una entrevista reciente con varios medios europeos que no había “unos indicadores precisos” al respecto ni en España ni en Europa.
Son varios y de diversas fuentes los indicadores que sí lo reflejan. En este caso, los datos del INE que Fedea ha recopilado y que apuntan a un “mayor desigualdad salarial” comparan los tramos salariales por deciles: el primero y más bajo (ese en el que solo un 10% de los salarios quedan por debajo y el 90% son más altos) se ha hundido un 17% entre 2008 y 2012, incorporando el efecto de la inflación, mientras que los que se encuentran en el séptimo decil mejor pagado (solo un 30% es más alto) han subido un 1%. Los sueldos del decil más alto, que solo tienen a un 10% por encima, han visto una reducción de poco más del 2%, pero hasta 2011 les había estado subiendo.
“Los trabajadores que tenían convenios no vieron reducido su salario en la primera parte de la crisis, frente a los que no tenían convenio, se hizo muy poco esfuerzo para que el ajuste se llevase a cabo de forma equitativa”, explica Marcel Jansen, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) e investigador de Fedea.
“En estas caídas salariales del 17% se incluye la destrucción de empleo de sectores mejor pagadas como la construcción y la recolocación en servicios, o el paso de empleos indefinidos a temporales, o de jornadas más largas a menos horas”, apunta el experto. “No se trata solo de reducciones salariales de una misma persona”.
El club de la clase media ha perdido a muchos miembros a lo largo de esta crisis. El boom de la construcción ha tenido mucho que ver en ello, como explicaba un informe publicado por el Banco de España sobre la dispersión salarial: la brecha crecía entre 1988 y 1996, luego bajaba hasta 2006 y, con la crisis, sufría un rápido aumento. El motivo es que mucha destrucción de empleo “ha afectado sobre todo a la parte media de la distribución”, una franja en la que entraron los empleados del sector de la construcción, que vivía una etapa dorada. “Los ingresos laborales en ese sector experimentaron durante el período expansivo un crecimiento mayor al de otros sectores, lo que hizo que los trabajadores de la construcción en solo diez años pasaran de ocupar el percentil 30 al percentil 40 en la distribución salarial agregada”, señala el informe, elaborado por Stéphane Bonhomme y Laura Hospido.
Destruido ese empleo y recolocado, en la medida de lo posible, en el sector servicios, aquella nueva clase media del ladrillo desaparece. Es precisamente en los servicios donde se encuentra el empleo, tal y como reflejó el INE al dar por primera vez el dato de puestos vacantes: de los 72.790 puestos libres, el 84,9% está en esa rama de actividad.
El aumento de la desigualdad también queda reflejado en coeficiente Gini: España registra la mayor brecha desde al menos 2011 y se encuentra en los peores niveles de la zona euro.
Según Jansen, la congelación salarial ya afecta a un tercio de los trabajadores en España y la erosión salarial continuará dentro de un proceso de devaluación interna que el Gobierno y la troika han defendido para ganar competitividad y favorecer la creación de empleo.
Aunque la tasa de paro sigue por encima del 25%, los últimos datos del INE sobre costes laborales, publicados este martes apuntan en esa dirección. El coste salarial total por trabajador bajó 0,2% en el tercer trimestre del año, hasta situarse en unos 1.800 euros de media, lo que suponen 12 meses seguidos de bajadas, una tendencia que no se había registrado en toda la serie del INE, que arranca en 1996. Los recortes en el sector público y en el privado, aceleradas por la reforma laboral. En cambio, los costes laborales totales han aumentado un 0,2% debido al fin de algunas bonificaciones y el incremento de las bases máximas de cotización, del 5%.
Por su parte, el presidente de la CEOE, Juan Rosell, indicó que la patronal espera que en 2015 se puedan incrementar los salarios más que el 0,6% planteado en el acuerdo de negociación colectiva 2012-2014, dado que, ello querrá decir que la economía crece y que hay creación de empleo.
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