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Izaskun Urien, directora de Osalan, reconoce que, aunque la siniestralidad laboral está bajando, los veinte trabajadores fallecidos hasta septiembre -29 en todo 2012- son demasiados. Pese a ello mira al futuro con optimismo porque "poco a poco el concepto de la prevención va calando"
Osalan cumplirá veinte años en diciembre. Lo hará en un momento difícil para empresas y trabajadores, en el que parece que se dan todos los ingredientes para que se descuide la seguridad. Urien recuerda que, en su lucha por sobrevivir, las empresas no deben ahorrar en medidas de prevención.
El número de accidentes continúa bajando este año, pero hay agentes que opinan que el descenso de debe únicamente a que hay menos trabajadores en activo.
Con las estadísticas en la mano se puede hablar de una evolución positiva de la siniestralidad en la CAV. En 2012 bajó un 13% el índice de incidencia, que mide el número de accidentes por cada mil trabajadores, y hasta septiembre este indicador continúa a la baja. En doce años han bajado los accidentes un 50%, incluidos los mortales. Aunque sea a base de noticias trágicas, poco a poco va calando el concepto de la prevención.
El año pasado murieron 29 trabajadores en la CAV y este año hasta septiembre han sido 20, y eso sin contar los fallecidos 'in itinere'.
Las cifras de fallecidos siguen siendo escalofriantes. Detrás de esas 20 personas hay 20 familias. Todos queremos que el número de muertes sea cero pero a día de hoy eso es utópico. Ojalá al final de esta legislatura podamos hablar de acercarnos a esa cifra. Es importante matizar que, de los 29 siniestros mortales del año pasado, 12 fueron por causas no traumáticas, es decir, fueron personas que estando trabajando sufrieron un infarto o una muerte súbita. Eso te puede pasar en tu casa y no se contabilizaría como un accidente laboral.
¿Pueden estar vinculados estos casos a una mayor carga de trabajo o al estrés laboral?
Normalmente ese tipo de accidentes no se investigan. No soy médico pero establecer una relación de ese estilo me parece complicado.
Al final del verano hubo una oleada de accidentes mortales. ¿Se puede sacar alguna conclusión?
En agosto hubo dos accidentes traumáticos y otros dos no traumáticos, además de un autónomo fallecido. En septiembre fueron tres traumáticos, uno no traumático y además murió un trabajador vasco en Cantabria. Por tanto, que se puedan achacar a la situación de la empresa serían cinco fallecimientos. Todos ellos se están investigando y próximamente compareceré en el Parlamento para explicar las causas. A raíz de estos accidentes hemos conformado un grupo de trabajo junto a Inspección, del que saldrá un informe para ver qué medidas tomamos, aunque no hemos encontrado una relación entre todos los accidentes.
Tras seis años de crisis muchas empresas están bajo mínimos. ¿Se invierte menos en seguridad?
Yo quiero pensar que no. Aquellas empresas que antes de la crisis invertían en prevención lo siguen haciendo porque ya lo han integrado en su funcionamiento. Las empresas están pasando una época complicada y bastante tienen con subsistir, pero en esa subsistencia tienen que guardar unas normas de seguridad. En la CAV hay mucha más conciencia que en el resto del Estado, y esto es gracias en parte a la labor que ha hecho Osalan los últimos 20 años.
Los sindicatos denuncian que la reforma laboral deteriora las condiciones y aumenta las probabilidades de sufrir accidentes. ¿Es así?
Bueno, es la lectura de la parte sindical. Es pronto para hacer una valoración pero no creo que la reforma laboral tenga por qué suponer un aumento de la siniestralidad, al menos los datos no lo indican así.
¿Y el hecho de que muchos convenios hayan perdido su fuerza legal?
Es un problema, porque cuanto mejor regulada esté la situación laboral mayor será el control que se puede ejercer sobre los riesgos, pero todavía hay que darse un plazo para ver cómo termina ese tema.
¿Hay resistencias a coger la baja por miedo a perder el empleo?
Puede ser. En una época de bonanza la gente se coge con más tranquilidad la baja, incluso las que a veces no deberían cogerse, pero en esta época todos nos lo pensamos mucho antes. Eso puede tener consecuencias negativas para la salud, claro.
Las relaciones laborales atraviesan un momento difícil en Euskadi. ¿Afecta la discordia entre patronal y sindicatos a la seguridad laboral?
El desencuentro entre patronal, sindicatos y con la propia administración es muy negativo para todos. La seguridad del trabajador debería estar por encima de conflictos entre patronal y sindicatos. Es una cuestión con la que nadie quiere jugar.
Últimamente hay denuncias hacia empresas que no cumplen las condiciones pactadas, como ha sucedido en las obras de San Mamés.
Ese un tema que lleva Inspección de Trabajo, en ese caso la delegación de Bizkaia. Hay un expediente abierto pero no está finalizado.
Algunas diputaciones ya han anunciado medidas para garantizar que se cumple el convenio en la obra pública.
Todo lo que sean medidas de control y seguimiento por parte de las instituciones lo valoramos positivamente. Ojalá las medidas den resultado.
¿Es la construcción el sector con más accidentes?
Es un sector que está bastante más adelantado en temas de prevención que otros porque hace años que empezó a trabajar en prevención. Ahora miras a una obra y no tiene nada que ver con la situación de hace diez años; ahora la mayoría usan casco y el resto de medidas de seguridad. Otra cosa es que a veces algunas personas que han trabajado durante veinte años sin cumplir unas medidas de prevención consideran que no deben hacerlo. A veces los accidentes no ocurren porque las empresas no pongan medidas, sino porque no se utilizan.
¿Falta concienciar al trabajador?
La mayoría de los jóvenes están concienciados, quizá a los de mayor edad les cuesta más seguir unas pautas porque no están acostumbrados, y de hecho son los que sufren más accidentes. Puedes hacer jornadas para informar pero al final a esas jornadas no te vienen los trabajadores. Yo me planteo como objetivo para 2014 poder llegar más al trabajador.
¿Se nota la crisis en la capacidad de actuación de Osalan?
El presupuesto de Osalan se ha reducido algo, pero no por ello estamos dejando de hacer lo que tenemos que hacer. Hay un ajuste económico, sí, pero repercute en el gasto interno como el merchandasing. Mantenemos la plantilla y todas las actuaciones previstas. Lo importante es que la prevención cale en el trabajador y para eso no necesitas grandes presupuestos, sino una estrategia eficaz.
Cuando alguien de Osalan visita una empresa, ¿cómo es recibido?
Por lo general bien. El empresario sabe que Osalan va a asesorar y no a poner una sanción. Si en una segunda visita no se han establecido todas las medidas necesarias se da una tercera oportunidad y si entonces no cumplen es cuando se traslada el caso a Inspección.
Siguen aflorando enfermedades producidas por amianto. ¿Hay riesgos a día de hoy?
El amianto está ya muy controlado. Hay un protocolo establecido y ninguna empresa se sale de lo que se debe hacer. Se habla de 2020 como el momento en que ya irán dejando de aflorar este tipo de enfermedades.
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