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Cada vez hay más pensionistas y las rentas que perciben son mayores, lo que está provocando que mes a mes la nómina de las prestaciones que paga la Seguridad Social siga engordando a un ritmo muy superior al que evolucionan las cotizaciones sociales, la principal fuente de ingresos del sistema. El pasado mes de octubre la factura de las pensiones contributivas ascendió a 7.834,4 millones, un 4,9% más que un año antes, lo que dejó la prestación media de jubilación en 984,67 euros, un 3,5% más que hace doce meses.
El número de pensiones contributivas alcanzó el pasado mes los 9.109.706, lo que equivale a un incremento interanual del 1,7%. Más de la mitad de estas prestaciones son por jubilación, 5.487.364; 2.341.110 corresponden a viudedad; 932.245 a incapacidad permanente; 311.196 a orfandad y 37.7901 a favor de familiares .
Envejecimiento de destrucción de empleo
Estos gastos crecientes por el envejecimiento de la población, unidos a la destrucción de empleo por la crisis (más de cuatro millones), con la consiguiente caída de cotizaciones e incremento en el número de pensiones, han encendido las alarmas y provocado que el Gobierno de Rajoy haya puesto en marcha una nueva reforma de las pensiones cuando escasos meses antes, en enero, entró en vigor la aprobada por el Ejecutivo socialista que, entre otras medidas, retrasa a 67 años la edad legal de jubilación de forma paulatina hasta el año 2027.
La entrada en números rojos del sistema de pensiones ha provocado que el Gobierno haya tenido que recurrir en varias ocasiones a la «hucha» de las pensiones para poder seguir pagando las prestaciones. A primeros de octubre la ministra de Empleo, Fátima Báñez, anunciaba que antes de que acabara el año su departamento utilizará 6.418 millones del fondo de reserva. Con esta nueva operación, durante 2012 y 2013 se habrán consumido 23.631 millones de euros. Las previsiones del Gobierno son que el conjunto de administraciones de la Seguridad Social acabe el ejercicio con un déficit de 14.000 millones de euros.
Los últimos datos del Ministerio de Empleo indican que hasta septiembre, las cuentas de la Seguridad Social arrojaron un saldo positivo de 2.058 millones (0,20% del PIB), una evolución que se explica, fundamentalmente, por el adelanto de las transferencias del Estado en 14.910,66 millones, un 95,97% de los fondos previstos para todo el año. El saldo positivo de 2.058,15 millones es la diferencia entre unos derechos reconocidos por operaciones no financieras de 94.568,59 millones y unas obligaciones 92.510,44 millones, según reflejan los datos de ejecución prespuestaria.
Sin embargo, si se analizan los datos en su conjunto, es decir, todas las administraciones que integran la Seguridad Social (pensiones, desempleo y Fogasa), el sistema arrastró hasta el pasado agosto un déficit de 1.884 millones, lo que supone el 0,18% del PIB, "compatible con su objetivo de déficit", dijo el Ministerio de Hacienda.
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