|
“No somos becarios”. Así sintetiza la situación de los profesores-tutores de la UNED Dolores Morales Muñiz, portavoz de la petición de Change.org que busca una regulación laboral para este colectivo. “No podemos seguir pasando por becarios cuando no lo somos”. No obstante, los tutores de esta institución se distinguen de los becarios en un aspecto muy importante: no cotizan a la Seguridad Social por sus funciones. Llama la atención que el colectivo de profesores que ejercen de tutores en una universidad que depende directamente del Ministerio de Educación tenga que luchar por conseguir, únicamente, que su función esté regulada laboralmente. Pero así es.
La Universidad a Distancia cuenta con cerca de 200.000 alumnos cuya educación se basa, en gran parte, en el trabajo de los profesores-tutores, encargados de ofrecer atención directa, tanto personal como virtual, de corregir las pruebas de evaluación continua de los alumnos y de orientarles sobre cómo afrontar la asignatura en cuestión. Estos tutores son unos 7.000 docentes, repartidos por todo el país en los 61 centros asociados al organismo.
Su batalla comenzó cuando en 1986, gracias al Real Decreto 2005/86, al régimen de los “profesionales de los distintos campos del saber” que desarrollan la actividad tutorial se lo equiparó “a todos los efectos” al de “los becarios de docencia e investigación”. Sin embargo, desde 2011 los becarios tienen derecho –y obligación– de estar inscritos en la Seguridad Social con su correspondiente cotización, derecho del que los tutores de la UNED no están disfrutando.
Los becarios cotizan en la Seguridad Social desde 2011, derecho que los tutores de la UNED no disfrutan Aunque la gran mayoría de estos 7.000 profesores-tutores tienen otro trabajo, principalmente en la función pública, hay unos 200 tutores que no, por lo que su economía se basa únicamente en esta labor y, por lo tanto, su precariedad es mucho mayor. Pero la lucha de los tutores de la UNED no tiene como objetivo mejorar la situación laboral de este pequeño colectivo, sino la de que se reconozca “la especificidad de este trabajo” para todos, sin perjuicio para los que son funcionarios. Una figura propia
“Cabe la posibilidad de que si se regula como una figura universitaria más, los profesores que también son tutores –y que suponen en torno al 60%– se enfrenten a una incompatibilidad”, explica Morales Muñiz, ya que “no se puede ser dos figuras docentes” a la vez. Ésta es una de las razones que la propia UNED da para no poner en marcha esta regulación: que la mayor parte de los profesores-tutores abandonarían su puesto.
Pero para solventar este obstáculo, los tutores, que buscan una solución “para que quepa todo el colectivo”, exigen que se diseñe “una figura propia”. Una exigencia que, por otro lado, no es más que el cumplimiento de la legislación vigente, ya que la Ley Orgánica de Universidades (LOU), aprobada en 2001 no sin un importante rechazo social generalizado, acuerda la regulación específica por parte del Gobierno del régimen de los tutores.
“Estamos en una posición extraña, como en un limbo jurídico”, explica Morales Muñiz, quien indica que, aunque desde entonces se ha planteado la posibilidad de revisar esta situación, siguen manteniendo una “vinculación extraña” con la UNED. “Sólo pedimos que se reconozca la especificidad de nuestro trabajo”, repite. Bolonia agrava la situación
La lucha de los tutores de la UNED no es nueva, pero se ha empeorado, según Morales Muñiz, porque el sistema universitario ha variado en los últimos 30 años, en especial con la normativa para intentar adaptarlo al espacio europeo. El conocido como plan Bolonia “ha cambiado el tipo de enseñanza” para basarlo, principalmente, en la actividad tutorial, “algo que la UNED lleva haciendo desde hace mucho tiempo”, explica.
En enero, este colectivo lanzó su petición a través de Change.org para recoger apoyos
Sin embargo, a pesar de que su carga laboral ha aumentado, su situación sigue siendo la misma: sin contrato, sin vinculación oficial con la universidad, sin Seguridad Social y sin derechos. “Como tutores no tenemos derecho a pedir ayudas para investigación, no tenemos posibilidades de ampliar nuestra carrera universitaria y, si concursamos para una plaza de otra universidad, no existe reconocimiento, porque somos becarios”, explica Morales Muñiz. “No podemos seguir pasando por becarios cuando no lo somos”, añade.
El 8 de enero, este colectivo lanzó su petición a través de Change.org para recoger apoyos y extender el alcance de sus exigencias. Menos de un mes después, la petición de los tutores de la UNED cuenta ya con un respaldo de 35.000 firmas. Además, el grupo parlamentario de Izquierda Plural presentó, el pasado 14 de enero, una proposición no de ley instando al Gobierno a “adoptar las medidas oportunas para que se regule de forma urgente y sin mayor dilación la figura del profesor tutor como figura propia de la UNED, con todos los derechos laborales que ello implica”.
|