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El Ayuntamiento de Madrid tendrá que indemnizar con 111.400 euros a la familia de un miembro de los Bomberos de la capital que murió como consecuencia de un cáncer generado por la exposición durante varios años al amianto que contenían diversos útiles del equipamiento del Cuerpo.
Así lo determina una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), del 14 de febrero pasado, que desestima la apelación que presentó el Ayuntamiento a una sentencia previa de un juzgado madrileño el 7 de junio de 2011.
Según la sentencia apelada, la víctima murió el 15 de junio de 2009 "a consecuencia de un mesotelioma y que dicha patología tuvo su origen en la exposición al amianto como consecuencia del desempeño de su trabajo en el cuerpo de Bomberos".
El TSJM cita el recurso presentado por el Ayuntamiento, según el cual ni los daños sufridos por la víctima eran "previsibles conforme al estado de conocimientos de la ciencia o de la técnica existentes en el momento de su producción" ni está acreditado que la exposición "por el uso esporádico" al amianto "haya sido la causa determinante en la producción de la enfermedad".
Este tribunal desestima el recurso al dar por "reproducidos los fundamentos de la sentencia recurrida" -del 21 Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Madrid- que considera acreditada "la realidad material del daño" mediante informes médicos como "causa inicial o fundamental" de la defunción del bombero.
También se acredita "la relación de causalidad entre la patología mencionada y la exposición al amianto durante un largo periodo de tiempo". La sentencia recoge las declaraciones de dos testigos, miembros del cuerpo de Bomberos, quienes manifestaron que los componentes "con amianto", como trajes, manoplas, escafandra y manta, eran sometidos "todos los días" a revisión por los bomberos, quienes los utilizaban también en la extinción de incendios y en las maniobras. Un perito tenido en cuenta por el Tribunal dice que el mal causante de la muerte de la víctima "está en directa conexión con el amianto, que solo el amianto da lugar al desarrollo del mesotelioma, existiendo un periodo de latencia de entre 20 y 40 años, que el mismo falleció a consecuencia de la exposición al amianto y que la relación directa era inequívoca". Según el abogado de la familia del bombero fallecido, Gonzalo Martos, esta sentencia abre una vía de reclamación para otros bomberos que pudieran haber sufrido tales daños y para otras posibles víctimas en situación similar "que no hayan recibido compensación por el daño sufrido".
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