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Suma y sigue. La portavoz de la Asociación de Afectados por el Amianto de Euskadi, Nuria Busto, señaló ayer en el Parlamento vasco, en el seno de la ponencia que estudia la posible implantación de un fondo de compensación para los afectados por el amianto, que esta sustancia tóxica ha causado la muerte de 159 personas en el País Vasco, cifra que podría aumentar porque todavía no se ha alcanzado el “pico” de incidencia.
Del total de trabajadores expuestos a la sustancia tóxica, 1.471 están en activo en las empresas, 1.645 siguen trabajando pero en otras compañías y 2.433 están jubilados, según datos recogidos del el Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laboral (Osalan),señaló Busto.
Las víctimas reclaman un fondo de compensación que evite el tránsito judicial de muchos afectados para que se les reconozca la enfermedad profesional. El hecho de que la enfermedad permanezca latente varias décadas hace que muchas empresas hayan cerrado para cuando el afectado enferma. En otros muchos casos los trabajadores han tenido vida laboral en varias empresas y la “identificación de la fuente de exposición es complicada”. Nuria Busto explicó que “hay que tomar nota” de fondos similares creados en otros países como Francia, Bélgica y Holanda y adaptarlos a la situación vasca. En esos lugares los fondos están constituidos a partes proporcionales entre la Administración pública, las empresas implicadas y particulares. El fondo es gestionado por la administración, que analiza los supuestos y las indemnizaciones.
Recientemente la multinacional francesa Michelin ha sido condenada, pese a asegurar que no tenía amianto en su proceso de producción, por la muerte de un trabajador empleado en la planta desde 1974.
La sentencia responsabiliza a Michelin de la muerte y precisa que no puso los medios de seguridad adecuados.
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