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El latigazo de la crisis sigue dejando su huella en Euskadi, a pesar de que la economía registra un tenue crecimiento tras una prolongada recesión y de que el mercado laboral ofrece síntomas de ligera mejoría, aunque muy inferiores a los del resto de España. La persistencia de un elevado nivel de paro y las serias dificultades económicas que atraviesan crecientes colectivos sociales han vuelto a situar en máximos históricos el número de perceptores de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI). Esta ayuda social, destinada a cubrir necesidades básicas de las familias sin recursos, era cobrada por 64.629 personas a finales de abril, según datos facilitados por el Servicio Vasco de Empleo (Lanbide). La cifra supone un incremento de 439 beneficiarios durante el último mes; es decir, casi 15 nuevos cada día, incluidos domingos y festivos.
La RGI, cuya cuantía oscila entre 612 y 939 euros mensales, en función de los casos, alcanza así un nuevo récord, tras una escalada imparable durante los últimos meses. En lo que va de año, las listas de sus perceptores se ha elevado en 2.093, un incremento que roza el registrado durante todo el pasado ejercicio. Desde 2009, cuando el País Vasco se encontraba ya en plena recesión, 16.140 personas han accedido a esta ayuda. El ascenso en ese periodo supera el 33%.
La Renta de Garantía de Ingresos pretende asegurar unas condiciones de vida mínimamente dignas a personas sin recursos de ningún tipo o que perciben un dinero, en concepto de salario o pensión, insuficiente para su subsistencia. La mayoría de sus beneficiarios -39.175, algo más del 60%- son de nacionalidad española. Entre los extranjeros, predominan las personas procedentes de América del Sur (8.611), así como los magrebíes (5.994) y subsaharianos (3.688).
El perfil mayoritario entre las personas que cobran la RGI es el de una mujer -lo son 37.676- de entre 30 y 50 años. Más de 12.000 de ellas han cumplido los 65 años; es decir, se trata de jubilados sin ingresos, por no haber generado derechos para recibir una pensión, o con prestaciones mínimas, que son complementadas por Lanbide. Casi dos terceras partes ha completado los estudios obligatorios, más de 10.000 han realizado el Bachillerato o la Formación Profesional, y 2.442 son universitarios.
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