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No todo está perdido en la debacle de Fagor Electrodomésticos. El grupo Mondragón ha conseguido poner a buen recaudo las marcas Fagor y Aspes, dos de las que utilizaba para comercializar la producción de aparatos de línea blanca, que han quedado a salvo del proceso de liquidación que está a punto de comenzar. Mejor aún. El grupo Catalán Cata, interesado en hacerse con el control de dos plantas de producción de Fagor Electrodomésticos, ya ha anunciado su deseo de licenciar estas marcas. Esto es, de pagar por su utilización al propietario.
Y ¿quién es el propietario de las marcas Fagor y Aspes? Una empresa llamada Fagor Sociedad Cooperativa, que no está en concurso, quiebra. Ni siquiera en crisis. Al menos desde un punto de vista jurídico. Es lo que en el argot se conoce como una "cooperativa de segundo grado", que son las sociedades de este tipo cuyos socios no son personas físicas, sino otras cooperativas. Es, en la práctica, una sociedad instrumental, en cuyo activo, además de estas marcas, figuran patentes y modelos industriales de un buen número de empresas del grupo Mondragon.
Una pregunta más. ¿Quienes son los dueños -los accionistas- de Fagor Sociedad Cooperativa? Un grupo de siete empresas, siete cooperativas, entre las que figuraba Fagor Electrodomésticos, pero como un miembro más y sin tener la mayoría de las participaciones. El resto son Fagor Ederlan, Fagor Industrial, Fagor Arrasate, Fagor Automation, Mondragón Assembly y Copreci. Empresas con vida propia, con propietarios distintos de los de Fagor Electrodomésticos y dedicadas a actividades tan dispares como la producción de equipos de control numérico para máquinas herramientas, maquinaria o piezas para automóviles. Esta es la empresa propietaria de la marca, la que detenta los derechos de uso y que las tiene registradas para su utilización internacional, junto con algunas aplicaciones concretas. Es el caso, por ejemplo, de las camisetas que utilizó en su día el equipo ciclista Fagor.
La propiedad de la marca está clara y que ha quedado a salvo del proceso de liquidación judicial también. Pero, ¿tiene valor la marca Fagor? Pese al deterioro que ha sufrido, el grupo catalán Cata estima que sí y quiere utilizarla en el futuro. Así se lo ha transmitido ya a los responsables del grupo cooperativo y también al Gobierno vasco, junto a la disposición a pagar un 'royalty' anual por su utilización, cuya cuantía no ha trascendido.
No sucede lo mismo con las marcas que dependían de la firma filial francesa Fagor Brandt -De Dietrich, Sauter o Vedette-, cuya propiedad corresponde a una sociedad con sede en Irlanda pero que sí está 'atrapada' en el procedimiento concursal. Esa filial era propiedad de Fagor Electrodomésticos en exclusiva. También ha corrido una suerte similar la marca Edesa -utilizada no solo por Fagor Electrodomésticos sino también por Fagor Industrial-, propiedad de la cooperativa que lleva el mismo nombre y que tenía su actividad en la planta de Basauri y que, al igual que las francesas, esperan la decisión del juez. |
