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La pensión media que cobran las mujeres en España apenas supera el salario mínimo -645 euros-, ya que según un estudio del IESE es de 659 euros. Además, las diferencias entre hombres y mujeres en esta materia son más que notables porque la percepción media de los varones es un 38% superior a la de ellas, de 1.067 euros. Pero no solo las pensiones presentes son más bajas, también el salario femenino es un 23% inferior al masculino, lo que conllevará "desigualdades en las futuras prestaciones de jubilación", según el dossier.
Ese informe de la escuela de dirección de empresas de la Universidad de Navarra explica que las mujeres pensionistas españolas son las que de media menos años cotizaron en Europa, 12,8 años. Sin embargo, los hombres trabajaron una media de 43,4 años, algo que ayuda a justificar esas desigualdades.
De hecho, el informe cita como causas de las desigualdades "la menor participación de las mujeres en el mercado laboral, el menor tiempo de dedicación a un trabajo remunerado y los ingresos inferiores a los de los hombres". Estos factores, añade, "repercuten directamente en el cálculo de la pensión pública, haciendo más vulnerables a las mujeres en la etapa vital que requiere una mayor protección".
El IESE denuncia que el sistema de pensiones público "perpetúa y amplía las desigualdades que se producen en el mercado laboral entre hombres y mujeres".
Vejez femenina El documento alerta además sobre la "feminización de la vejez" y pronostica una tendencia en la esperanza de vida creciente que, de cumplirse implicaría que en 2021 los hombres vivirían 81,2 años de media y las mujeres 86,5; y, en 2051, los varones 86,8 y las mujeres, 90,8. Mayor esperanza de vida para ellas.
A ello se le suma un continuo envejecimiento generalizado, por esa mayor esperanza de vida y por las bajas tasas de natalidad. España podría pasar de tener un 17% de la población mayor de 64 años en la actualidad, a un 37% en 2052.
El documento alerta de la insostenibilidad del sistema de pensiones ya que, de continuar la tendencia demográfica y laboral, dibujaría una España en 2052 en la que cada contribuyente tendría que mantener a un pensionista.
El estudio aboga por "informar de la situación real de la futura pensión" y que los ciudadanos "no dejen su futuro solo en manos del Estado" y que la "complementen desde el inicio de la vida laboral".
En el caso de las pensiones de las mujeres, IESE propone que el Estado "aporte la cotización de jubilación de las mujeres en caso de excedencia o, parcialmente, en casos de reducciones de jornada mientras éstas permanezcan al cuidado de los hijos más pequeños o de mayores dependientes". Asimismo, recomienda que "el tiempo dedicado a la atención de los hijos hasta los 12 años y a familiares dependientes compute como tiempo cotizado a la Seguridad Social para poder recibir la pensión de jubilación" |
