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La mejoría de la economía al final del año pasado coincidió con un ligero despegue de los salarios en Euskadi. Aunque es pronto para hablar del fin de la moderación salarial, parece que, a diferencia de lo que sucede con el empleo, el aumento de las exportaciones y de la actividad económica en general sí está empujando hacia arriba la renta de los trabajadores vascos, como refleja el incremento del coste salarial producido en 2013, el más acusado desde el inicio de la crisis.
Hay que retroceder hasta 2008 para encontrar una subida de los salarios más amplia. Al final de aquel año las empresas de Euskadi pagaban a cada trabajador una media de 2.297,5 euros al mes, según el INE, lo que supuso un aumento del 6,26% en relación al cuarto trimestre de 2007. El coste salarial es una media obtenida del total de empleados asalariados, que excluye cotizaciones a la Seguridad Social pero incluye todos los conceptos retributivos como pagas extras, complementos y atrasos.
El fuerte incremento de 2008 no se ha vuelto a repetir. La evolución del IPC aquel año, del 1,4%, permitió a los trabajadores ganar casi cinco puntos de poder adquisitivo que se han ido perdiendo durante la crisis. Ya en 2009 el incremento salarial fue mucho más modesto. Fue un mal año para el empleo, con 27.000 afiliados menos a la Seguridad Social en la CAV, aunque las empresas pudieron saldar el año con un incremento de los sueldos superior al 2%, por encima de lo que crecieron los precios. La evolución del coste salarial, al tratarse de una media sobre el total de trabajadores -a jornada completa y a tiempo parcial- no tiene una relación directa con la variación en el número de ocupados, incluso, precisamente por contar para la estadística únicamente los trabajadores en activo, la destrucción de los empleos con una baja remuneración empuja hacia arriba la media.
A partir de 2009 la nómina media de los asalariados vascos inició un periodo de vacas flacas que se ha prolongado tres años, de la misma manera que en la administración pública se ha impuesto la receta de la austeridad. En 2010 y 2011 los sueldos subieron en Euskadi muy por debajo del IPC, mientras que en 2012, coincidiendo con la profunda recaída económica, el coste salarial de las empresas se redujo. El descenso de los sueldos de más de dos puntos, combinado con un ascenso de los precios del 2,7% terminó por comerse todo el poder adquisitivo ganado en los años 2008 y 2009.
Una de las explicaciones a la caída salarial de 2012 es la supresión de la paga extra de Navidad a los empleados públicos decretada por el Gobierno de Mariano Rajoy para ese año, que en Euskadi fue sustituida por la siguiente paga, que fue adelantada de forma general a los primeros días de enero de 2013. Pero además hay otras causas estructurales que explican el retroceso de 2012, fundamentalmente la adversa coyuntura económica, a lo que se sumó el bloqueo de la negociación de convenios y la mayor facilidad para realizar cambios en las condiciones de trabajo desde febrero de ese año.
Las dificultades de las empresas conllevaron un incremento significativo en el número de trabajadores afectados por medidas de regulación de empleo de suspensión y reducción de jornada, lo que también influye en la retribución.
un 3% más El año 2013 dejó los primeros síntomas positivos en términos macroeconómicos, sobre todo en los últimos meses, que se dejan sentir también en la cuestión salarial. El coste de los salarios en Euskadi fue en el último trimestre de 2013 el más alto de la crisis, con 2.409,2 euros por trabajador y mes -el coste total, sumadas las cotizaciones sociales, fue de 3.182 euros-.
La retribución media es prácticamente un 3% más alta que en el último cuarto de 2012, de manera que 2013 se salda con el incremento más elevado desde 2008. El hecho de que los funcionarios hayan recuperado la paga de Navidad influye pero no explica por sí solo la mejoría de los sueldos en 2013. El aumento de los salarios coincide con una cierta recuperación de la actividad económica y por tanto de la confianza de los empresarios, de manera que la curva de los salarios es acorde a la que experimenta el PIB vasco. Tras dos primeros trimestres con crecimientos de los sueldos muy tímidos, son el tercer y el cuarto periodo los que mejoran claramente las cifras de 2012 -el PIB vasco creció el 0,3% entre octubre y diciembre-.
La subida del año pasado sitúa en un 11,4% el incremento del coste salarial en el periodo 2008-2013, el mismo aumento que han experimentado los precios en Euskadi en ese tramo. El equilibrio entre ambos indicadores refleja únicamente una media que lógicamente pasa por alto el hecho de que amplios sectores de la población sí han perdido poder adquisitivo, como es el caso de los asalariados con las nóminas más bajas, los parados o los jubilados.
Tras este primer despegue, los sueldos aún deben superar una serie de obstáculos para crecer de manera consolidada. Las reformas laborales están disparando los contratos por horas con una baja remuneración, mientras el problema de la negociación colectiva sigue coleando en Euskadi e impidiendo que miles de asalariados vean incrementada su nómina año a año. La pérdida de fuerza legal de un amplio abanico de acuerdos sectoriales entre julio y diciembre de 2013 puede tener también un efecto muy negativo sobre los salarios en los próximos años.
Por otro lado, la evolución del coste salarial por hora es bastante más modesta, ya que pasa de 19,13 euros la hora a 19,29 a lo largo del último año, un tímido avance que revela que los asalariados vascos cobran más pero también han visto aumentar el número de horas que trabajan. En relación al inicio de la crisis el incremento del coste por hora es más claro y roza el 16%.
diferencia con el estado El componente industrial en el tejido empresarial vasco ha permitido a la CAV resistir mejor la crisis que a la economía española, de manera que se ha seguido ampliando la diferencia entre los sueldos en Euskadi y en España. Por lo general, en los años malos los sueldos han bajado más en el resto del Estado, pero en los años de mejoría suben menos. Así, España acumula en la crisis una subida del 7,7% en el coste salarial, casi cuatro puntos menos que en la CAV, mientras que el IPC ha subido prácticamente lo mismo.
A finales de 2007 la diferencia entre el coste salarial medio entre Euskadi y la CAV era del 16,8% mientras que seis años después se eleva por encima del 20%. El año pasado la subida en el Estado estuvo medio punto por debajo, concentrándose el incremento en la segunda mitad del ejercicio de la mano también de un leve crecimiento del PIB |
