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La decisión de Tubacex de abrir una planta en Cantabria no es respuesta directa a las ayudas concedidas por el Gobierno cántabro, han pesado más cuestiones como los menores costes laborales de la comunidad vecina. La controversia continuó creciendo ayer durante la comparecencia en el Parlamento de la consejera vasca de Desarrollo Económico y Competitividad. La responsable de política industrial de Lakua desveló ayer que su Departamento llegó a igualar la oferta de Cantabria a Tubacex. Incluso se planteó tomar parte en el capital de la compañía -como ocurre en el proyecto cántabro-, para que la nueva inversión de la empresa se realizara en Araba. Ninguno de esos planteamientos convenció al fabricante de tubos y el consejo de administración acordó por unanimidad rechazar la oferta vasca.
El presidente cántabro, Ignacio Diego, eludió la semana pasada informar sobre el dinero que recibirá Tubacex por instalarse en Marina de Cudeyo. Al ocultar la subvención, Diego ha echado más leña en la hoguera y sembrado nuevas reticencias, pero Euskadi no quiere entrar en una guerra. Tapia aseguró en el Parlamento que el Gobierno vasco seguirá apostando por un modelo de productividad basado en empresas que generen "valor añadido", no en las que busquen bajos costes. De ahí, que a pesar de igualar la ayuda pública, Tubacex haya optado por dar el salto a Cantabria buscando un nuevo horizonte donde invertir.
Con todo, el Departamento de Desarrollo Económico intentó convencer a la compañía alavesa. Aran-tza Tapia reconoció que ella en persona participó en "innumerables" reuniones y negociaciones del departamento que dirige con los máximos responsables de Tubacex.
En las mismas, el Gobierno vasco analizó las necesidades tanto de suelo como otras características de la inversión, detallando las necesidades de adaptación que requería, y ofreció todas las ayudas, colaboraciones o subvenciones existentes para este tipo de inversión, "llegando al extremo de igualar la oferta realizada desde Cantabria".
También se dio el paso de plantear la entrada en el capital de la nueva fábrica, siguiendo el esquema cántabro. Sin embargo, el consejo de administración Tubacex no se movió de su postura inicial y apostó por instalar su planta para el desarrollo de servicios avanzados en Marina de Cudeyo y rompió la dinámica que le ha llevado a abrir tres plantas -Amurrio, Artziniega y Llodio- en Araba.
Tras mostrar su respeto a la apuesta de Tubacex por invertir en Cantabria, "como a cualquier otra decisión tomada por una empresa privada", Tapia, sin ocultar que la operación no es del "agrado" de Lakua dijo que son los responsables de la compañía quienes deban explicar por qué han optado por aceptar la propuesta de Cantabria |
