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Los dueños de la empresa alavesa Condesa han vendido su participación en Tubacex, -compañía de la que eran el primer accionista con el 17,85% del capital-, a los grupos Aristrain, un 11%, y Amber, el 6,85% restante. Tras esta operación, los accionistas de Condesa abandonan el grupo presidido por Álvaro Videgain apenas ocho años después de su entrada en el accionariado de la sociedad siderúrgica de Laudio.
Bagoeta, la sociedad instrumental a través de la que los accionistas del grupo Condesa -las familias Iribecampos-Uribarren- controlaban su participación en Tubacex se ha desprendido de la misma en una operación valorada en unos 64 millones de euros.
Tras la operación, Aristrain se convierte en el primer accionista de Tubacex con un 11% y el fondo de inversión con sede en Irlanda, Amber Capital, en el segundo. Tubacex es el segundo mayor fabricante mundial de tubos de acero inoxidable sin soldadura,
La compra es una muestra de confianza en Tubacex y en su evolución futura por parte del nuevo primer accionista, José María Aristrain, una persona con una dilatada experiencia en el sector siderúrgico. Su padre fue un reconocido empresario vasco fallecido en un accidente aéreo en 1986 que creó la siderúrgica guipuzcoana Aristrain, de Olaberria, el primer fabricante de productos largo de acero del Estado. Tras la venta a Arcelor de la empresa vasca, José María Aristrain, a través de Corporación JMA, se convirtió en uno de los principales accionistas del mayor grupo siderúrgico mundial, Arcelor Mittal, una firma con notables intereses en Euskadi, entre ellos la Acería de Sestao.
Las acciones de Tubacex subieron ayer en Bolsa casi un 3% hasta cerrar a 2,9 euros, por encima de los 2,68 euros pagados por Aristrain. Los accionistas de Condesa salen de Tubacex en una operación cerrada, presuntamente, con minusvalías pues entraron a precios cercanos a los seis euros por acción en 2006. Tubacex costaba ayer 389 millones. |