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La reforma de las pensiones da sus primeros frutos. La edad real de jubilación en el Estado español aumentó en 2013 hasta los 64,3 años, frente a los 63,9 de media de 2012, debido al incremento del 10,4% en el número de trabajadores que se jubilan a los 65 años, a la edad que todavía marca la frontera del retiro. Retrasar la edad de jubilación permite un ahorro a la administración y además alarga el historial de cotización a la Seguridad Social de los trabajadores. Ese doble objetivo se está cumpliendo y el Gobierno del PP no oculta su satisfacción.
La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, hizo públicos estos datos ayer durante la presentación de un estudio sobre el sistema de pensiones elaborado por el Círculo de Empresarios. Su presidenta, Mónica de Oriol, aprovechó la presencia de Báñez para señalarle un camino al Ejecutivo. En su opinión, la ministra debe acometer una nueva reforma de estructural de las pensiones "con la misma valentía" con la que sacó adelante la reforma laboral, porque lo hecho hasta ahora con las jubilaciones son solo cambios "paramétricos".
No parece estar en la agenda de Mariano Rajoy dar otra vuelta de tuerca al pensionazo esta legislatura. Se trata de una de las reformas más espinosas que puede acometer una administración y además lo prudente es esperar hasta conocer el impacto en las finanzas públicas de las últimas modificaciones.
De momento, a la ministra Báñez le cuadran las cuentas. Según explicó que las jubilaciones anticipadas han disminuido el 6,5% desde la entrada en vigor hace nueve meses de las medidas para favorecer la continuidad de la vida laboral de los trabajadores de mayor edad y promover el denominado envejecimiento activo. Con dicha normativa, el Gobierno popular ha querido acabar con la jubilación anticipada, que representaba la mitad de las jubilaciones, porque generaba "un problema financiero para el sistema" y dejaba fuera del mercado laboral a los trabajadores "con mayor experiencia".
Para el Círculo de Empresarios, sin embargo, los cambios introducidos no son suficientes. Según Mónica de Oriol se debe impulsar el ahorro privado para dar lugar a un sistema mixto, en el que convivan los planes privados de pensiones y el sistema público. Para ello, según se plasma en el estudio, es clave que los trabajadores conozcan en cada momento su pensión futura para poder tomar las decisiones oportunas, así como incentivar la contratación de planes privados. De Oriol insistió: "Con una España quemada ya habéis hecho suficiente de bomberos, haced ahora de arquitectos" |
