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Juanjo BASTERRA | BILBO
La Asociación de Trabajadoras de Hogar-Etxe Langileen Elkartea (ATH-ELE) de Bizkaia denunció ayer que Lanbide «se ha desentendido» del sector, que en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa emplea a 89.423 personas, de las que 71.896 no estarían dadas de alta en la Seguridad Social y el 22,8% de las internas extranjeras «no tiene papeles».
A juicio de Isabel Otxoa, portavoz de la ATH-ELE, la decisión de Lanbide de no actuar como intermediario laboral para las trabajadoras de hogar «nos deja en manos de los abusos de las agencias de colocación, como en varias ocasiones hemos denunciado» pero, a la vez, resulta que hay dos resoluciones del Parlamento de Gasteiz, adoptadas por unanimidad e incumplidas, que exigían ese control público precisamente para «evitar esas irregularidades».
Las decisiones fueron el 25 de febrero de 2010 y el 14 de abril de 2011, pero -como expresó Otxoa- ante una pregunta por escrito del PNV en la que se demanda al Departamento de Empleo y Asuntos Sociales sobre lo que se está haciendo para cumplir los mandatos de la Cámara legislativa autonómica, «se reconoce que sigue sin intermediar, lo que nos deja a las trabajadoras en manos de esas agencias que explotan, precarizan y se aprovechan de las trabajadoras».
En ese sentido, denunció que la asociación tiene «documentados abusos espectaculares», así como «la retención de salarios, en ese triángulo agencia, empleadores y trabajadoras», y lamentó que hay agencias de colocación «que se han quedado con porcentajes del salario mensual de la trabajadora o han establecido en los contratos cláusulas que penalizan el contrato directo entre trabajadoras y empleadores, para que siguieran bajo la intermediación de la agencia». Añadió que hay agencias que «se quedan con parte de la liquidación que perciben las trabajadoras al finalizar su contrato de trabajo».
La portavoz de la Asociación de Trabajadoras de Hogar relató que han interpuesto numerosas denuncias ante la Inspección de Trabajo, pero «no hay una solución real, que llegaría si un servicio público como Lanbide intermedia para evitar esos abusos». Explicó que antes de celebrarse la rueda de prensa entraron en el servicio que Lanbide tiene en internet y que tan sólo encontraron una demanda de empleo para una trabajadora de hogar en Gipuzkoa. «Esto es lo que Lanbide está gestionando, una oferta de empleo, mientras que el propio Gobierno vasco da como bueno que hay más de 87.000 trabajadoras de Hogar», criticó.
En el encuentro, la portavoz de la asociación explicó que la integración de las trabajadoras de hogar en el Régimen General se realizará desde el 1 de enero de 2012. Significará que «van a cotizar desde la primera hora de trabajo», así como que cuando se pongan enfermas cotizarán «las dos partes, y no como hasta ahora las trabajadoras solas».
De esta forma, ha indicado que la baja por enfermedad se podrá cobrar desde el cuarto día de baja, del cuarto al octavo día la paga el empleador y desde el noveno día en adelante lo abonará la Seguridad Social. Criticó, sin embargo, que las trabajadoras con contratos actuales deberán esperar hasta junio para regularizar la situación y criticó que el sistema de cotización se limita hasta una escala máxima de 748,2 euros y no por el salario real, dado que hasta 2019 no se espera que se equiparen los salarios reales con las cotizaciones. Es algo que Isabel Otxoa lamentó en la rueda de prensa.
Precariedad y economía sumergida en el sector
Isabel Otxoa desgranó los datos del sector y dejó claro que «el empleo doméstico resuelve infraestructuras sociales de la sociedad». La ATH-ELE destacó que este año el Gobierno de Gasteiz publicó un informe sobre el sector en el que se estima que hay 89.423 trabajadoras.
De las estadísticas de la propia asociación, «que son actuaciones y atenciones que hemos hecho en un año», se demuestra que el 46% trabaja interna. El 50% de las trabajadoras realiza jornadas superiores a las 40 horas semanales. De las trabajadoras externas (130 mujeres atendidas), sólo el 57% tiene un sueldo que alcanza al Salario Mínimo Interprofesional y el 28% no tiene vacaciones pagadas. El 48% no está dada de alta en la Seguridad Social.
De las trabajadoras internas (111 mujeres) el 26% no tiene ningún día de descanso semanal y un 50% de ellas no tiene el descanso que marca la legislación de un mínimo de 36 horas cada siete días. Más de la mitad tampoco disfruta del descanso diario. El 18% no tiene vacaciones «porque las trabaja y las cobra aparte». Las jornadas de las internas «fácilmente llegan a 15 horas diarias» y tienen salarios de 600 a 1.683 euros, pero sin descansos, y el 33% no estaban dadas de alta. J. B.
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